Donamaría son sus grandes caseríos vascos y una sucesión de prados, regatas y bosques entre los que surge la imponente silueta de la torre de Jaureguía, una maravilla de la arquitectura popular, que no necesita adornos ni artificios para destacar como una de las joyas de los edificios góticos del siglo XV que todavía resisten en Navarra. El euskera se habla en todos los caseríos, y la tradición se mantiene en las plazas, frontones y antiguos lavaderos, acercando al visitante a un remanso de paz alejado del tráfico de las grandes ciudades. Un buen lugar para descansar y pasear por sus numerosas sendas habilitadas.
CASA TORRE JAUREGIA
Es, en cierta forma, un icono de la cultura vasca, rotunda, seria, inalterable. Surge en el siglo XV como una torre medieval defensiva de las que abundaban en la zona, con las saeteras en las dos primeras plantas de piedra y con las aspilleras por las que atacar al enemigo con arcos y ballestas en el frente y la base de la parte superior, en su característica estructura o cadalso de madera. Fue restaurada durante los años 2000 y 2001 y ha sido declarada Bien de Interés Cultural. La torre se asienta sobre un promontorio, justo a la entrada del valle y junto al río, en un lugar estratégico en la defensa de Donamaría.
LUGARES
Donamaria en realidad son seis lugares, Artze, Askarraga, Uxarrea, Gaztelu, Igurin y Bentak, un tanto dispersos, separados por prados y bosques, pero unidos por un entramados de caminos y senderos por los que es una gozada pasear.
NATURALEZA
El monte se halla poblado de especie frondosas autoctonas, principalmente por hayedos. Leer más