Burgui es la puerta de entrada al valle del Roncal, el pueblo más al sur de todos y también el de clima más benigno. En otros tiempos un castillo sobre la peña dominaba el caserío donde hoy se asienta la ermita de la Virgen del Castillo, y desde la Edad Media tuvo un puente de piedra de fotogénica silueta, por el que atravesaron el río Esca los pastores trashumantes camino de las Bardenas. Una presa o «puerto» con una empinada rampa nos recuerda a los almadieros que descendían por los frías aguas del deshielo camino de las fábricas de madera del sur. Esta tradición se mantiene en el Día de la Almadía, cuando los roncales descienden el río como lo hicieron sus esforzados antepasados.
En su término se encuentran importantes valores naturalísticos como las Balsas de Sasi o la Foz de Burgui, declarada Reserva Natural y que cuenta con una de las mayores colonias de buitres de Europa, junto con numerosas aves rupícolas que anidan en sus acantilados.
Existen en la localidad dos senderos interpretativos debidamente señalizados que conducen a la Foz de Burgui y al abetal de Basari, además de numerosos caminos, pistas y sendas para los amantes del montañismo.
Historia
Por su situación fronteriza con Aragón tuvo un castillo muy importante para la defensa del valle y que se mantuvo en servicio hasta principios del siglo XVI a raíz de la conquista de Navarra por Fernando el Católico. En el lugar que se alzaba la fortaleza medieval se encuentra ahora la ermita de la Virgen del Castillo.
Todavía subsisten en su término restos del monasterio benedictino de Urdaspal que llegó a ser visitado por San Eulogio en el s.VIII, y que, tras su desaparición, se convirtió en señorío y palacio feudal. Leer más
Antiguamente utilizó como escudo la cabeza del rey moro sangrante sobre un puente debajo del cual unas rocas recordabab la batalla de Olast que tuvo lugar en las cercanías de esta localidad. Tras el heroico comportamiento de los roncaleses en la Guerra de la Convención de 1797, Carlos IV añadió a su escudo el castillo y el lebrel, como al resto de las siete villas roncalesas.
Arte
En el interior de la Iglesia de San Pedro -del S.XVI- se encuentra el viejo órgano del Monasterio de Leyre, abandonado tras la desamortización de Mendizábal, y un retablo barroco del S.XVII que muestra una escultura de San Sebastián del S.XVII y varios cálices de estilo gótico.
El puente romano nos recibe a la entrada del pueblo con su inconfundible estructura de postal. Todavía conserva sus cuatro arcos originales, su viejo peralte y sus tajamares para rasgar las aguas del río Esca. A escasos metros aguas arriba, una pequeña presa o «puerto» por donde descendían las almadías nos recuerda que el aprovechamiento maderero, junto con la ganadería, ha constituido la principal dedicación de sus habitantes.
Tradiciones
En la actualidad, la almadía se ha convertido en un símbolo de identidad del pueblo de Burgui gracias al empeño de la Asociación Cultural de Almadieros Navarros por celebrar el Día de la Almadía como reconocimiento y homenaje al oficio de almadiero. El Museo de Burgui permite dar a conocer este oficio a lo largo del año mediante numerosas fotografías, útiles y herramientas, acompañado de proyecciones audiovisuales.