Cortes es la puerta de entrada sur a la Comunidad Foral de Navarra y el primer pueblo del Camino Jacobeo del Ebro. Su historia se remonta a tiempos antiguos: ya en la Edad del Bronce se tienen noticias de asentamientos en la zona. Más tarde, los romanos también dejaron su huella, y la localidad fue reconquistada en el año 1119 por Alfonso I el Batallador. Parque Municipal Iglesia de San Juan Bautista Paloteado de Cortes
Con una identidad muy marcada, Cortes invita a ser descubierta en cualquier época del año, aunque uno de los mejores momentos para visitarla es durante sus fiestas patronales en honor a San Miguel, que se celebran en torno al 29 de septiembre. En estas fechas destaca el tradicional Paloteado, una expresión popular única declarada Bien de Interés Cultural en 2014.
El casco antiguo de Cortes se organiza en torno a dos monumentos emblemáticos: el castillo y la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Al pasear por sus calles, aún se aprecian trazas del pasado musulmán, como callejones sin salida y adarves, y se conservan edificios históricos como la Casa Gaviria, con su escudo nobiliario.
Exposición Permanente del Yacimiento Alto de la Cruz
Instalada en las dependencias del castillo y abierta al público desde el 1 de octubre de 2017, esta exposición ofrece una valiosa selección de piezas halladas en el yacimiento arqueológico del Alto de la Cruz. El recorrido pone en valor la importancia del enclave como punto clave para comprender la protohistoria europea en la península ibérica.
Yacimiento Arqueológico del Alto de la Cruz
Descubierto de forma casual en 1946, el yacimiento del Alto de la Cruz en Cortes fue investigado inicialmente por Don Blas Taracena, quien reveló su relevancia para el estudio de la llegada y desarrollo de la metalurgia del hierro en el Occidente europeo. Su extensa secuencia estratigráfica, que abarca desde el Bronce Final hasta la Primera Edad del Hierro, lo convierte en un referente imprescindible para la prehistoria peninsular. Fue declarado Bien de Interés Cultural de Navarra en 1999.
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Situado en lo que fuera la antigua huerta del castillo, el parque municipal de Cortes se extiende a lo largo de 25.000 m² y acoge cerca de 90 especies vegetales. Es un jardín singular en el conjunto de la Ribera Navarra, ideal para el paseo y el descanso.
Su construcción comenzó en 1547, aunque destaca por un hecho anterior: en 1333 acogió las capitulaciones matrimoniales entre Doña Juana, heredera de Navarra, y Pedro IV el Ceremonioso, heredero de Aragón. En su interior se conserva una imagen flamenca de la Virgen del siglo XV donada por la Reina Blanca de Navarra, y su joya principal es el retablo mayor. También sobresale la escultura del Santo Cristo de la Buena Muerte, de estilo barroco.
El paloteado de Cortes, que se celebra cada 29 de septiembre, es una tradición viva desde finales del siglo XIX. Esta manifestación folclórica combina teatro popular con danzas de cintas y palos interpretadas por hombres y mujeres. Sus raíces se vinculan a antiguos rituales agrícolas y desde 2014 está declarado Bien de Interés Cultural como manifestación de patrimonio inmaterial.
CASTILLO DE CORTES
El castillo de Cortes es uno de los grandes testigos del devenir histórico de la localidad. Aunque su origen podría remontarse a época musulmana, la primera mención escrita aparece en 1128. A lo largo de los siglos, fue una de las fortalezas más destacadas del Reino de Navarra y escenario de relevantes episodios históricos. Incluso llegó a acoger temporalmente a algunos reyes navarros.
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Con el tiempo, la fortaleza pasó a manos de diversos linajes nobiliarios. Estos fueron transformando su carácter defensivo para adaptarlo a los gustos palaciegos de la época. En el siglo XIX, el castillo fue ampliado y restaurado en estilo neogótico, como reflejan sus ventanales de arcos apuntados y la decoración romántica de sus interiores. Entre sus muros se han celebrado bodas reales y actos institucionales.
En la parte trasera se extiende lo que antaño fue la huerta del castillo, hoy reconvertida en parque municipal. En su interior se conserva parte del mobiliario original y una valiosa colección de pintura perteneciente a los Condes de la Unión, con obras que abarcan desde el siglo XVI al XIX, representando diversos estilos y escuelas.
Desde 1993, el castillo de Cortes está declarado Bien de Interés Cultural en Navarra.
MUSEOS PARTICULARES
Museo del Huevo de Avestruz
Inés Litago abre las puertas de su sorprendente colección privada, con más de 1.000 huevos de avestruz pintados a mano, lo que lo convierte en un museo único en Europa. También alberga más de 500 huevos de oca decorados y una interesante muestra de antigüedades.
Museo El Baúl de los Recuerdos Exposición “Dame la mano y vamos a darle la vuelta al mundo” Carlos Sebastián “Calabrocha”
Salvador Ibáñez te invita a viajar al pasado a través de esta entrañable exposición, donde se reúnen herramientas y objetos de oficios tradicionales, rescatados del olvido para mostrar cómo era la vida y el trabajo en el pueblo hace décadas.
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El artista Pedro Mari Monasterio presenta esta muestra dedicada al reciclaje creativo. Bajo un título cargado de poesía, la exposición propone un viaje imaginario a través de materiales reutilizados con ingenio y sensibilidad.
Este artista local transforma el hierro en arte en su taller. Sus esculturas metálicas dan nueva vida a piezas en desuso, convirtiéndolas en creaciones únicas que combinan fuerza, expresividad y una segunda oportunidad para los materiales olvidados.
PDF INTERACTIVO DE CORTES
CONSEJOS PRÁCTICOS:
–VISITAS Con cita previa, llamando al 676 381 563.
HORARIOS Todos los domingos a las 12,00 h. Resto de días: llamar para verificar disponibilidad.
– Más información en www.castillodecortes.com
-Si no puede visitar el interior del castillo, contemple sus robustas fachadas y vaya a pasear por los jardines adyacentes, que en su día fueron del palacio, y ahora son públicos.
– QUÉ HACER EN LOS ALREDEDORES: ACTIVIDADES
PLANO RECORRIDO EN CORTES
QUÉ HACER EN CORTES
QUÉ HACER EN LOS ALREDEDORES DE CORTES
BERBINZANA
En lo que hoy es la villa de Berbinzana, junto al río Arga, se encontraba el Monasterio Benedictino de Santa María que fue donado por el Rey García Sánchez III al de Santa María de Nájera en el siglo XI. En el siglo XII Berbinzana ya era un pueblo perteneciente al Monasterio de Santa María de Nájera. En siglos posteriores, la villa tuvo diversas transacciones y propietarios. Para el siglo XVI se le concedió la posibilidad de celebrar ferias y mercados.
