Última etapa por tierras navarras. La ruta discurre por extensos campos de cereal y entre Los Arcos y Viana solo encontraremos las localidades de Sansol y Torres del Río, que de tan juntas que están parecen una sola. En Torres del Río está la iglesia del Santo Sepulcro cuya planta circular nos recuerda mucho a la de Santa María de Eunate que conocimos en la tercera etapa. Se dice que la linterna que la corona servía como faro para orientar a los peregrinos al caer la noche. Continuaremos hasta llegar a la localidad de Viana fundada por el rey navarro Sancho el Fuerte para defender la frontera contra el enemigo castellano que acechaba desde el otro lado del río Ebro. Fue villa amurallada y conserva un interesante casco histórico en el que destacan las ruinas de la iglesia de San Pedro y la espectacular iglesia de Santa María, con su soberbia torre y su portada renacentista, frente a la cual descansan los restos del famoso hombre del renacimiento Cesar Borgia. Logroño queda algo más alejado y es la segunda ciudad que encontrará el peregrino en su camino hasta Santiago.

CONSEJOS PRÁCTICOS

• La ruta se realiza por caminos de tierra que siguen la dirección de la carretera N-111 que se tiene que cruzar en varios tramos. No hay sombras, ni apenas pueblos o fuentes, así que lleve agua en abundancia.
• Viana es grande y cuenta con un interesante casco antiguo con numerosos bares y restaurantes.