Si andando por la sierra de Aralar tiene la suerte de encontrar un fósil lo más probable es que sea de una concha o de un coral, lo que nos viene a decir que hace unos 120 millones de años este paisaje de montaña fue un mar de aguas cálidas. Cuando surgieron las montañas, el subsuelo kárstico dio lugar a profundas cuevas con sus estalactitas y estalagmitas, de las cuales la de Mendukilo es un ejemplo destacado.
Las cuevas de Mendukilo fue siempre refugio de pastores, que cuando la tormenta amenazaba se refugiaban con todo su ganado a la entrada de la cueva. Luego vinieron los espeleólogos para descubrir sus entrañas y por último los turistas, para disfrutar de las maravillas del subsuelo. Y puede que también, en estas profundidades, Teodosio de Goñi, el dragón y el arcángel San Miguel se encontraran para dar lugar a la leyenda y al origen del Santuario de Aralar.
CONSEJOS PRÁCTICOS
-La forma más rápida de llegar a las cuevas es desde Lekunberri. La carretera está en buen estado y se estrecha en el cruce señalizado que hay antes de llegar a Astiz. Circule con precaución.
-Encontrará un amplio aparcamiento con una casa de acogida en la que podrá descansar hasta la hora señalada para la visita.
-Lo mejor es reservar previamente la entrada por internet ya que según los días y las horas puede que se complete el aforo. Consulte en la página oficial www.mendukilo.com los días de apertura y horarios.
-La tarifa de adultos cuesta 8 € y la infantil 6 €. Las visitas son guiadas con un mínimo de 5 personas y un máximo de 40 y duran hora y media. Previo a la visita se proyecta un audiovisual.
-La temperatura en su interior es de 8 a 9 ºC con lo que se recomienda ropa de abrigo para realizar la visita. Es necesario llevar calzado apropiado para andar por la pasarela. No se puede caminar con zapatos de tacón.