Julián Gayarre vive en una época en la que los cantantes de ópera eran tan famosos como los futbolistas de élite ahora. Que de origen tan humilde se llegara a tan altas cotas de popularidad es consecuencia de una poderosa laringe, conservada en el museo de Roncal, y de una profunda sensibilidad artística. Su vida fue una historia de esfuerzo y su muerte una de desfallecimiento: el 8 de diciembre de 1889 el gran tenor Julián Gayarre, salió a cantar la ópera “El pescador de perlas” a pesar de presentar los primeros síntomas de su grave enfermedad. Al atacar el aria “Mi par d’udire ancora” su voz se quebró. Julián Gayarre moriría pocos días después, el 2 de enero de 1890. Descansa en su pueblo natal de Roncal, en una hermosa tumba donde un ángel todavía se esfuerza por escuchar al maestro.
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Precio entrada: 2,00 €
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