DESCRIPCIÓN Y QUÉ VER EN EL MONASTERIO DE LA OLIVA
En un apartado lugar, entre los fértiles campos de la ribera del río Aragón y el desierto de las Bardenas encontramos el Monasterio de La Oliva. De severa y equilibrada arquitectura mantiene su ritmo de vida particular ajustando su horario al de la Edad Media, cuando los monjes se levantaban a las dos de la madrugada para entonar maitines y a partir de ahí seguir una ordenada vida de trabajo y rezo. Fue construido durante los siglos XII y XIII en estilo románico cisterciense de gran pureza. El monasterio creció y prosperó al amparo de la protección de la monarquía y la nobleza navarras, y a través de nuevas y generosas donaciones se convirtió en uno de los monasterios más poderosos de la época. Tierras, viñedos y una amplia biblioteca fueron sus más señaladas riquezas. De su influencia sabemos porque tuvieron privilegio de asiento y voto en las cortes de Navarra, o lo que es lo mismo, derecho a participar en las asambleas deliberativas que convocaban los reyes. Luego vinieron tiempos de ruina y abandono, con la invasión napoleónica y la desamortización de Mendizabal, hasta la definitiva reconstrucción que ahora podemos disfrutar.
TEMPLO CISTERCIENSE
Construido en los siglos XII y XIII en el más puro estilo cisterciense. Buscando la belleza a través de la sencillez, la ausencia de ornamento hace recaer el protagonismo en la piedra tallada. Sin distracciones, la oración y la contemplación de Dios más fácil es.
HOSPEDERÍA NUEVA
Frente a la fachada del templo nos encontramos una amplia plaza conformada por la antigua residencia abacial y la hospedería de 1780, cuya fachada tiene una clara influencia mozárabe aragonesa. Hoy en día mantiene su función de hospedaje.
FACHADA DEL TEMPLO
La imponente fachada del templo está ricamente ornamentada en el arco de entrada, en el curioso alero que nos cuenta la historia de la música o en los rosetones laterales. Únicamente desentona la torre, elemento añadido en estilo renacentista. Leer más
IGLESIA ABACIAL
Es en su interior donde podemos apreciar toda la grandeza de la arquitectura cisterciense: 74 m de largo, la mitad, 37 m, mide el crucero, y la mitad de éste es la altura de la nave. Todo es armonía, equilibrio y ritmo en este sobrio templo.
CLAUSTRO
En estilo gótico de los siglos XIV y XV está formado por cuatro crujías con seis tramos cada una. Sus capiteles están ricamente ornamentados en su mayor parte con motivos referentes a la vid y que nos recuerdan la importancia del vino por estas tierras.
SALA CAPITULAR
Es una preciosa estancia, probablemente la más antigua de su género en España, donde los monjes recibían las enseñanzas y organizaban la vida monacal. De planta cuadrada se organiza en nueve tramos sustentados por esbeltas columnas.
COCINA
Fechada en el siglo XII es una sala rectangular formada por dos poderosos tramos apuntados. Inicialmente tenía la chimenea central pero en el siglo XVI se trasladó a la pared del claustro como lo atestigua el deterioro de las piedras.
COCINA
Fechada en el siglo XII es una sala rectangular formada por dos poderosos tramos apuntados. Inicialmente tenía la chimenea central pero en el siglo XVI se trasladó a la pared del claustro como lo atestigua el deterioro de las piedras.
CAPILLA DE SAN JESUCRISTO
Con las visitas restringidas, es una copia en miniatura del gran templo. En sus piedras podemos apreciar marcas de canteros similares a las de la iglesia mayor, lo que nos asegura que las mismas manos construyeron ambos templos.