La primera casa de este pueblo en tener vecindad fue la antiguamente llamada Zapatanea, más tarde comprada por el pueblo y convertida en casa consistorial y posada. Adentrándonos en la localidad, podemos encontrar, en este orden, las casas del resto de vecinos: Lopenea, Maiatzenea, Dindakoa, Gillenea, Juanea, Etxeberria y Goikoetxea. La iglesia, románica, es la única de esa época en el valle. Como es lógico, ha sufrido muchos cambios, sobre todo el campanario, ya que se cayó en el siglo XVIII y fue construido de nuevo. El retablo es barroco.

Esta localidad, a pesar de estar muy alta, tiene fuentes escasas y el lavadero se encuentra un poco más abajo del pueblo, en el camino hacia Latasa. Lo renovaron hacia 2008.

Los montes más altos del valle pertenecen a este pueblo: Iruiondi y Larrazpil, así como el punto más bajo del valle: Kaxerna. Otro monte mencionable es Ollondo, al lado del pueblo. El monte de esta localidad está unido a Aralar y tiene un bello recorrido a través de Atan hasta San Miguel.