La casa quemada de Ujué está junto al  número 18 de la calle Larga, y de ella solo queda la fachada en ruinas desde que en 1810 sufrió un incendio provocado por el ejército francés en una de sus cuatro incursiones a nuestro pueblo. La fachada es de piedras de sillería  con portal de tipo barroco.  El portalón es de arco rebajado con su rosca acompañado de pilastras laterales y su construcción es seguramente del siglo dieciocho. Esta es la historia de la casa y de su ruina:

El 21 de marzo de  1812 víspera del domingo de Ramos se puso en marcha desde Pamplona una columna de caballería e infantería, unos cuatro mil hombres en dirección a Tafalla. El comandante de las tropas francesas en Tafalla, obsesionado con Ujué y a sabiendas que la casa prioral había sido el origen de la División de  Navarra que tantos descalabros estaba proporcionando al ejército francés, envió cuatrocientos hombres para quemar el edificio. Apenas había nadie en el pueblo y cuando llegaron los franceses una anciana les señaló la casa de Pedro Iriarte como la del Prior. La casa ardió pero advirtiendo los invasores su error fueron al auténtico inmueble prioral y trataron de quemarlo sin éxito. Terminada la guerra, en 1828, Pedro Iriarte y su mujer, Josefa Jurío, se querellaron contra el cabildo parroquial de la villa por ese malentendido. Desde entonces se conservan las ruinas que recibieron el popular nombre de «La Casa Quemada».