Navarra está repleta de pueblos de postal que parecen sacados de un cuento. Para los más pequeños, visitar estas localidades no solo es un paseo escénico, sino una auténtica aventura: puentes medievales, leyendas de brujas, canales como “pequeña Venecia” y fortalezas de piedra. Te presentamos 5 pueblos con encanto en los que los niños se sentirán como protagonistas de su propia historia.
1. Ochagavía: el nido de lobos junto al Irati
En pleno Pirineo navarro, Ochagavía recibe a los visitantes con su famoso puente medieval sobre el río Anduña y caseríos de piedra con tejados inclinados. Sus callejuelas empedradas y palacios blasonados hacen que los peques jueguen a descubrir rincones secretos mientras escuchan historias de lobos y contrafuertes de montaña.
2. Zugarramurdi: tierras de brujas y cuevas mágicas
Leyendas de aquelarres y misterios atraen a niños y mayores a Zugarramurdi. Su famoso museo de las brujas y las cuevas donde se celebraban rituales ofrecen un plan único: recorrer pasillos subterráneos, descubrir leyendas y sentir un poquito de escalofrío… ¡pero siempre con seguridad!
3. Lesaka: la pequeña Venecia navarra
Con sus canales de agua cristalina cruzando el casco histórico, Lesaka enamora a los niños que sueñan con puentes y barcas. Sus coloridas contraventanas de madera y las danzas tradicionales de los “ezpatadantzaris” hacen que cada visita sea un espectáculo visual y cultural.
4. Ujué: fortaleza en lo alto de la colina
Esta pequeña joya está coronada por un santuario-fortaleza que parece de cuento. En Ujué, los niños disfrutan de la subida a la iglesia-fortaleza, exploran murallas y obtienen vistas panorámicas del paisaje: cereal, olivos y viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista.
5. Puente la Reina: el puente de los peregrinos
Nada fascina más a un niño que imaginarse caballero o peregrino al cruzar un puente románico centenario. En Puente la Reina, el histórico puente del Camino de Santiago invita a jugar a descubrir las marcas de las ruedas de carretas y a buscar conchas de peregrino en sus muros.
Estos pueblos con encanto en Navarra ofrecen a las familias la oportunidad de viajar a través de la historia, la naturaleza y la imaginación. Desde puentes medievales hasta leyendas de brujas, cada rincón es una aventura para los niños y una experiencia inolvidable para todos.