El Camino de Santiago atraviesa Navarra de este a oeste, y a lo largo de su recorrido ofrece al peregrino y al viajero una variada oferta de restaurantes donde reponer fuerzas. Estos establecimientos no son solo lugares para comer: forman parte de la experiencia jacobea, combinando hospitalidad, tradición y sabores auténticos.

En pueblos como Roncesvalles, Zubiri, Puente la Reina o Estella, abundan los mesones y restaurantes familiares que sirven menús del peregrino completos y nutritivos, con platos caseros que recuerdan la esencia de la cocina navarra. Guisos de caza, pimientos del piquillo, espárragos, truchas del río o la clásica menestra de verduras son algunas de las especialidades que acompañan el camino.

También hay propuestas más modernas, con restaurantes que reinterpretan la gastronomía local con un toque creativo, ofreciendo alternativas para quienes buscan una experiencia culinaria distinta sin perder el sabor de la tierra.

Muchos de estos locales se ubican en edificios con historia: antiguas posadas, casonas de piedra o tabernas tradicionales que durante siglos han acogido a caminantes. Comer en ellos es sumergirse en la vida del Camino, compartiendo mesa con peregrinos de todo el mundo.