Selva de Irati y Valle de Salazar

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LA SELVA DE IRATI, EL SEGUNDO  HAYEDO MÁS GRANDE DE EUROPA

La Selva de Irati es el mayor bosque de hayas y abetos de Europa. Para llegar hasta allí hay que recorrer kilómetros de carreteras estrechas y de montaña. Las dos puertas de acceso son desde Ochagavía, uno de los pueblos más bellos de Navarra, y desde Orbaizeta. Entre medio está el acogedor pueblo de Jaurrieta y algo más alejada la Colegiata de Roncesvalles, punto del partida del Camino de Santiago. 


Descubre el Valle de Salazar y la Selva de Irati

Visita pueblos y rincones, recorre sus caminos llenos de encanto.

Rutas de senderismo:

Dos rutas de senderismo que no puedes dejar de visitar: Las dos rutas tienen un elemento común: el pantano de Irabia, una amplia superficie de agua en medio de la Selva de Irati. La primera parte desde la ermita de la Virgen de las Nieves para recorrer sendas entre altísimas hayas hasta llegar al pantano, la segunda rodea el pantano en su totalidad, es un poco larga, pero el terreno siempre es llano. Si se puede elegir, es en primavera y en otoño cuando los árboles están en su máximo apogeo de colorido.

Localidades y monumentos:

TRES VISITAS TURÍSTICAS: El pueblo de Ochagavía es visita casi obligada, por sus hermosas casas, su puente de piedra sobre el río Salazar y la ermita de Nuestra Señora de Muskilda, en la cima de un monte con una amplia panorámica de los picos del Pirineo. El otro lugar de interés está algo más apartado, y es la Colegiata de Roncesvalles, punto tradicional de partida de los peregrinos camino de Santiago. En medio Jaurrieta, Ezcároz y un sinfín de pequeños y pintorescos pueblos, rodeados de prados, bosques y altas montañas.

Elige la zona de Valle de Salazar y la Selva de Irati dónde quieres ir

El Valle de Salazar es una de las joyas más auténticas del Pirineo navarro, un territorio que combina paisajes de ensueño con una profunda identidad cultural y una vida rural que se mantiene viva. Más allá de la conocida Selva de Irati, este valle ofrece una inmersión completa en la Navarra más natural y tradicional.

Sus pueblos, como Ezcároz, Esparza de Salazar o Izalzu, conservan la arquitectura típica de montaña, con caseríos robustos de piedra, tejados inclinados y detalles tallados en madera que cuentan historias de generaciones pasadas. Muchos de ellos organizan mercados artesanales, ferias ganaderas o fiestas populares donde el visitante puede conocer la cultura local desde dentro.

La ganadería extensiva, la elaboración de quesos de oveja y otros productos de kilómetro cero siguen formando parte del día a día en este valle. En muchos alojamientos rurales, el desayuno incluye pan casero, cuajada, miel de montaña o embutidos elaborados artesanalmente.

El Valle de Salazar es también ideal para disfrutarlo en familia, con senderos accesibles, áreas recreativas junto al río, y experiencias como paseos a caballo, baños forestales o visitas a queserías. En otoño, la paleta de colores del paisaje se convierte en un espectáculo natural que atrae a fotógrafos y excursionistas.

Aquí, cada estación ofrece un motivo distinto para volver. Naturaleza, autenticidad y tranquilidad se combinan en un destino que no se olvida fácilmente.

Otros atractivos del Valle de Salazar y la Selva de Irati: