Es una pequeña localidad que por su situación geográfica central dentro del valle de Erro se ha convertido en su capital administrativa. Por aquí pasaron las huestes de Carlomagno en su retirada después de arrasar Pamplona, y por aquí se produjeron las primeras escaramuzas sobre su retaguardia. Destaca su iglesia románica del siglo XIII. A partir de aquí se inicia la ascensión al puerto de Erro, primera dificultad importante que vamos a encontrar en el Camino de Santiago.