En el centro del pueblo y en un cruce de caminos encontramos este edificio en estilo gótico que comenzó a construirse en torno al siglo XIII por su cabecera. Presenta gruesos muros con arbotantes y una única nave de gran anchura, siguiendo el esquema que resulta usual en las construcciones góticas que durante los siglos XIII y XIV se levantaron en la Navarra Media, con ejemplos tan significativos como San Saturnino de Artajona, San Zoilo de Cáseda, San Salvador de Sangüesa o la vecina iglesia de Santa María de Olite.