Este pintoresco pueblo se encuentra sobre una colina en la margen derecha del río Arga, forma parte de la comarca de Tafalla y la merindad de Olite en la provincia de Navarra. Limita con Mendigorría por el norte, Berbinzana por el sur, Artajona y Tafalla por el este y Oteiza por el oeste.
Larraga se desarrolló bajo la protección del fuerte que se encontraba en la cima del monte y del que se dice que tenía tres torres y del cual sólo quedan restos. Las calles del casco urbano del pueblo son irregulares, estrechas y largas y fueron extendiéndose hacia las llanuras del entorno. Predominan las casas antiguas de los siglos XVII y XVIII, con dos plantas, ático de sillarejo y ladrillo.
La expansión del pueblo coincidió con tiempos de prosperidad y mayorazgo; entre las casas destacan construcciones solariegas como la Casa Esparza de estilo barroco en la calle Cofradía, o la Casa Palacio Nieto del siglo XVIII, situada en el cruce de las calles de San Andrés y Santiago.
Larraga ha sido, tradicionalmente, un pueblo agrícola, aunque ahora también cuenta con una importante actividad industrial con énfasis en la producción de alimentos y la construcción. En cuanto a ganadería, se dedican a la cría de reses de lidia y ganado ovino, porcino y bovino.